lunes, 9 de junio de 2014

Camina todos los días por el mismo lugar, pero hoy... Hoy es completamente diferente
Se detiene a observar esa esfera gigante que cuelga sobre la nada, iluminando las calles que pocas veces logra divisar a esa hora de la noche.
La luna exige su completa atención estando mucho más cerca que nunca antes. ¿Lo estaría por ella?
Quizás ve en su rostro la tristeza y decepción al notar que ya nada sería como antes.
Lágrimas recorren su rostro, y la misma luna se ve reflejada en cada una de ellas, haciendo de algo triste un hermoso marco para aquellos ojos borrosos por tantas gotas de sabor agrio.
¿Volvería todo a ser como antes? ¿Llorando cambiaría algo?
Sigue dando pasos sin sentirlos, y pronto llega a ese lugar que tantas veces había recorrido con tanta emoción, porque cuando uno es pequeño se fija solo en los colores y no en lo que significan las cosas.
"Ya nada será igual" se repite.
Que no daría por volverla a ver y recibir un cariñoso abrazo de su parte, pero lo único que la espera es una triste lápida fria. La realidad la golpea tan fuertemente que no se da cuenta que pequeñas gotas comienzan a caer desde el cielo, y de alguna forma le parece bien. Aquellas gotas le ayudan a disimular un poco sus propias lágrimas, casi ni parece que vino especialmente a llorar para dejarlo salir todo de una buena vez.

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