sábado, 14 de septiembre de 2013

Una vez oí que nada dura para siempre, 
y es totalmente falso. 
Cuántos años han pasado y aún sigues 
permanente en mi mente, 
sin algún motivo para escaparte de allí. 
Y de mi corazón para que hablar, estás tatuada en él,
 como si la palabra olvido no existiera.
Y sin tí, es sorprendente, pero sigo viviendo. 

Sigo sintiendo, y eso es lo que tú querías; 
que viviera aun que no tuviera ese motivo, 
que sintiera aunque se haya ido aquella 
melodía que me hacía sonreír,
que bailara aunque no supiera como hacerlo, 
porque cuando ya no estás, ya no entiendo de la vida. 
Pero sigo aquí, y ya nisiquiera me complico 
para buscarle alguna explicación.
Simplemente sigo viviendo, aferrada a tu recuerdo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario