Me dijeron que tenía que crecer, que esa época de errores y equivocaciones por "la edad" había acabado, que ya era grande, que ya no tenía pruebas que responder para pasar de curso, ahora tenía que atravesar metas y obstáculos. Y ahora es cuando me doy cuenta de lo simple que era antes todo, de lo fácil que era llorar y que los demás, "los grandes" te arreglaran las cosas, te abrazaran y te dijeran que todo iba a estar bien.
El problema, es que ahora yo soy esa grande que debe decirle a los pequeños que las cosas irán bien, que todo se puede solucionar, aunque ni yo sepa como solucionarlo. Ahora yo soy la que no debe perder la cabeza y pensar las cosas bien.
Dejar los impulsos, dejar la inmadurez, y ser alguien acorde a mi edad.
Pero lo que se olvidaron de decirme, es que el niño que se lleva dentro, jamás muere.
No hay comentarios:
Publicar un comentario