domingo, 7 de junio de 2015



Caminé por los recónditos lugares desolados de tu mente serena y sin pintar.
Me deslicé dentro de los canales cristalinos que conforman tu mirada.
Volví a ese bosque solitario donde los años no pasan.
Paseé lentamente por ese sendero que una vez recorrimos juntos.
Recordé esas noches llenas de luces estrelladas 
y pasajes secretos apareciendo en cada esquina.
Volver no estaba en mis planes, pero sentía que te lo debía.
Te pregunté por décima vez si estaba bien, si estabas bien.
Tu sonrisa me respondió, pero tus ojos ocultaron parte de la verdad.
Palabras del exterior retumbaban en el ambiente, pero tus cortas sílabas bastaban.
Hacía frío, pero tus palabras fueron cálidas. 
Cambiar de rumbo no estaba en mis planes... 
pero no hay planes cuando estás caminando.
Tus pisadas me llamaban 
y mi sendero escuchó.

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