lunes, 18 de mayo de 2015



Saqué del fondo de mis cajones, recuerdos que ya no quiero, ni necesito más. 
Que dejé de necesitar 
hace ya tiempo.

 Arrojé pequeñas cantidades de momentos y sonrisas gastadas al suelo, 
pequeños fragmentos de vida y
de sueños que olvidé 
con el tiempo.

 Arranqué esos pétalos de un libro que nunca leí, 
saqué esas melodías que un buen día escribí, 
que hablaban tanto de ti, y tan poco de mí.

Quise tanto desechar tus fotografías, 
pero tenían todavía esa sonrisa tan tuya, 
y aún desplegaban esa esencia tan mía.
 Quise de alguna forma loca, borrar con lágrimas
ese olor al pasado, 
junto con esas despedidas que prometieron volver, 
y que jamás volví a oír sus iniciales. 
Ninguno quiso ceder.

Y ese diario que un día me diste con el resto de tu vida, 
lo dejé bien en el fondo, porque ya no me pertenecía.
Y esas notas que me dabas cada día, las dejé abrazando la oscuridad, sin momentos de debilidad.
Y esas sensaciones de vacío, las llené con el pasado,
cuando estabas a mi lado, 
cuando nada era en vano.
Cuando creíamos que las cosas cambiarían,
cuando decidimos cambiar las fichas 
por nuevas estrategias, 
por cadenas de acero 
que nos mantuvieran unidos a la tierra. 
Que el cielo ya tiene muchas nubes,
que se lo dejábamos a los pájaros,
si eso nos mantenía volando bajo.

Y entonces encontré lo único que estaba buscando,
lo único que las lágrimas si podían borrar de todo lo que estaba a su alrededor. Era esa letra tuya tan especial, era esa tinta que tanto amabas usar.
Eran esas letras que se juntaban en un adiós.
Era mi vida y la tuya, separándose en dos.

2 comentarios:

  1. sencillamente precioso! te felicito!

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  2. Eres linda y escribes hermoso. Lo tienes todo. Tus pensamientos son únicos. Perfecta. <3

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