miércoles, 4 de febrero de 2015

Lo amaba y nunca se lo hice saber.
Nunca le di un abrazo y jamás le dije cuanto lo quería, y ahora es cuando lo lamento.
Lamento todas esas veces en las que tuve la oportunidad perfecta, y lo desperdicié.
Que creí que siempre estaría para mi, que era algo seguro.
Subestimé su amor y todo lo que me entregaba a diario.
Tomé lo poco y cercano que teníamos y lo derramé junto a las excusas que acompañaban cada inseguridad.
Pero se me había olvidado, que las inseguridades solo nos sirven para quitarnos oportunidades. Que tuve una buena a su lado, y hoy no tengo a ambos.
Que pude ser feliz junto a él, pude hacerlo feliz también, pero sabía que era un error, de esos grandes.
De esos que cuando lo piensas bien, te hacen ver que está bien así, estamos bien lejos.
Pero ahora que ha robado mi cabeza y la poca sensatez que me quedaba, puedo decir con seguridad que lo amaba.
Que lo amaba y nunca se lo hice saber.
Y ahora... ya es tarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario