sábado, 22 de marzo de 2014

Recuerdo haber leído una página de tu diario, y no fue con intención. Un día te paraste, lo dejaste abierto justo en frente de mi, y no volviste. Hasta creo que fue apropósito, porque estábamos hablando del amor... Y te pregunté si te habías enamorado una vez. 
Recuerdo también que no me respondiste... Solo sonreíste, y te fuiste. 
Entonces lo leí y lo guardé para siempre conmigo. Porque me hiciste pensar, que si alguna vez me enamoraba como tú, tendría que sentir exactamente lo que sentí cuando empecé a leer tus palabras. Las que hasta el día de hoy recuerdo.

"Tengo todo el día libre... Pero por más que piense, no sé que hacer.
Tú estás lejos, la música es la misma, libros releídos, y en la solitaria ausencia de personas, el ambiente está en total silencio. Un silencio pasajero, pronto mis pensamientos llenan todo el lugar. ¿Qué hacer?
Si sigo así no haré más que desperdiciar el día, y con eso, desperdicio mi vida.
A veces, las cosas parecen absurdas, lejanas, imposibles. Pero tenemos el poder para cambiarlo.
Si ahora mismo me paro de este asiento, si camino lejos en el frío de la mañana, si te observo por tan solo un momento... Mi día habrá valido la pena. 
Pero aquí estoy, con un café en mano y mi diario como guardián de secretos.
¿Te acuerdas de aquella vez? Frente a esa gigante casa que soñábamos sería nuestra dentro de algunos años, nos sentábamos en el parque a tan solo hablar de las cosas sin importancia, porque lo más importante estaba justo a nuestro lado.
Y caminábamos siempre, aunque los autos y buses sobraban a nuestro al rededor, queríamos tan solo pasar más tiempo juntos. Y recorríamos todas las plazas y parques que pudieran existir, y nos acostábamos uno al lado del otro, observándonos. En una de esas veces, me quise aprender cada una de tus facciones, por si ya no podía hacerlo más. Así, cuando cerrara los ojos, ahí estarías tú. Con tu cabello alborotado, con tu sonrisa que siempre me hacía sonreír de vuelta, y con tus ojos que veían dentro de mi. Y parece que hubiera sido ayer, porque aún lo recuerdo, aunque ya hayan pasado muchos años.
Entonces vuelvo a ese día en el que quisiste dejáramos la amistad en segundo plano y el amor nos llenara por completo. Y pienso como hubieran sido las cosas si nos hubiéramos mantenido como amigos. ¿Seguiríamos hablando hasta el día de hoy? ¿Nos hubiéramos enamorado aún así?
Pero sigo aquí, pensando que las cosas podrían haber sido distintas, cuando ya no hay más opción que borrarte de todas partes en mí. Porque ya no eres mío. 
Y veo mi mano, y la siento tan vacía sin la tuya. La siento tan irreal, sin vida, sin color.
Eras tú todo, mi variable, el que comprendía mi infinita ironía. Pero ni eso puedo hacer bien ahora, porque te la has llevado. Absolutamente todo de mi, está contigo."

Y no volvimos a hablar más del asunto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario